El estanco es el negocio. Es la licencia puesta sobre un local donde se explota.
Si nuestra adquisición de la licencia es con EL ESTANCO YA MONTADO Y EN MARCHA; no debemos más que proceder al cambio de nombre del negocio, alquiler del local, servicios y suministros, y poco más. Esta fórmula es la más habitual y segura, pues podemos comprobar antes de su adquisición: el tráfico de compradores que nos visitan, las ventas que se realizan cada día, su facturación, etc. Es decir, sabremos cuál es su clientela. Examinando las ventas podremos saber cuantos establecimientos de segundo canal tiene asignados, cuanto facturan, cuanto mostrador y cuantos otros productos venden al público directo en su actual ubicación. Y todos estos parámetros nos darán una idea de ese estanco como fondo de negocio.
El estanco tenía la fama de ser un negocio sencillo. La gente iba a comprar (no se necesitaba vender), no se fiaba nunca y todo el mundo fumaba. Ya no. Mucho ha cambiado la actividad del estanquero en sus cuatro siglos de historia. Atrás quedaron los envíos del tabaco en carruaje por carreteras y caminos escoltados por la Guardia Civil, las letras y las polizas. Hoy en día el estanco es un negocio para empresarios.
La multinacional Logista – antigua Tabacalera- se encarga de distribuir el tabaco en un ciclo de 10 días. Lo hace mediante por una flota de vehículos moderna y eficiente, hasta el almacén de nuestro estanco. No solo eso, sino que además por las ventas que hemos realizado durante este periodo, ya nos proyectan y proponen la saca – todavía conserva su nombre- de reposición de las ventas realizadas.
Programas de gestión modernos que podemos controlar las ventas y los stocks en tiempo real desde el móvil facilitan sobremanera nuestro trabajo. Deberemos decidir como distribuimos nuestro estanco. El mobiliario, los horarios, los días de cierre, las vacaciones, los otros productos y servicios que creemos nos pueden ayudar a captar más clientes, etc.
También podremos colaborar con bares, restaurantes o gasolineras, que tengan interés en comercializar tabaco por medio de máquinas expendedoras; que también nos ayudarán a mejorar nuestra facturación. Disponer de numerosas referencias, tener un horario amplio, disponer de productos atractivos, estar ubicados en una calle de paso, etc. Serán factores que determinarán el éxito de nuestro estanco.
Y por supuesto, atender a nuestros clientes con una sonrisa. Que la experiencia de compra de nuestros clientes y consumidores sea positiva y agradable.
Todo estos ítems pondrán el valor al estanco como fondo de negocio